sábado, 11 de diciembre de 2010

Kuala Lumpur último día y el gran problema del peso de las valijas

Nos despertamos lo antes que pudimos porque estábamos reventados. Sin desayuno nos fuimos a buscar un lugar para desayunar… obviamente no encontramos… jajaja!!! Compramos unas galletas en un super y nos tomamos un café en un carrito de la calle, pero estaba buenísimo, era como Starbucks.

Después nos metimos en el “Central Market” un edificio de 1888 que tiene un mercado de artesanías y todas esas cosas. Los precios son bastantes salados y bastante fijos. No se puede regatear mucho. Estuvimos hasta el mediodía. Luego de nuevo para Petaling Street. Ahí estuvimos como hasta las 16 porque Nat se moría de hambre y como la señorita quería comer comida occidental fuimos a McDonalds. Obvio que no queria. Pero me decía “te comes una McNuggets”. Accedí. Para queee!!! Para que después este todo el día con dolor de estomago. Hasta que me subí al avión y me dormí seguía con dolores!!! Increible! Yo no se que tiene pero a los dos nos cayó mal. Debe ser el Aceite quizás, no sé.

A las 18 teníamos que hacer el check out del hotel así que nos bañamos, acomodamos las mochilas y partimos. A donde? De nuevo a Petaling a hacer algunas compritas mas. En realidad mucho no compramos. Lo que pasa es que se pierde mucho tiempo regateando. Porque ellos te lo pueden bajar. Pero prefieren perder la venta si no te lo venden caro. No es como en India que se desesperan. Te dejan ir. Es como que le tenes que andar rogando que te lo baje y si le caes bien quizás accede y te baja el precio. Además, te tiran cualquier cosa, precios irrisorios. Pero viven de esto, del turismo, principalmente Europeo y Japonés, no Sudaca! Jajaja! Para ellos es re barato!

Llego el taxi al hotel y nosotros ya lo estábamos esperando. A eso de las 21hs. Lo contratamos directamente desde el hotel por 90rm. No quisimos ir en el tren o en el shutle bus del aeropuerto por los bolsos. Y menos mal. Porque hubiese sido imposible. La valija grande pesaba 800 kilos!!!

Llegamos al airport, hicimos el check in, nos pasamos de peso con la valija grande, pesaba 35 y debía pesar máximo 32. Por suerte nos dejo pasar el pibe. Muy macanudo. Y bueno, así nos empezamos a despedir del viaje, que la verdad se nos pasó volando.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Kuala Lumpur, Las Torres Petronas y ya palpitando el fin

Llegamos como a las 5:30 de la mañana a KL. Por suerte este colectivo te deja justo en el centro, bah, en el ChinaTown. Cruzamos a desayunar en un McDonalds (yo no quería saber nada pero era lo único que estaba abierto). Hicimos tiempo y salimos a buscar un hotel. Por suerte después de ver 2 llegamos al China Town Inn que esta sobre la Petaling Street que es donde está todo el mercado. Nos salió como 90 ringit porque no tenia de las mas económicas pero estaba bastante bien la habitación y la ubicación vale la pena (pensábamos hacer algunas compras)

Lo primero que hicimos fue bañarnos. Y enseguida salimos para las petronas. Llegamos y había una cola terrible. Pero en un momento, ya habíamos estado como hora y media, nos damos cuenta que no era para entrar, si no para reservar turno. Es un quilombo. La historia es así. Tienen una cantidad limitada de tickets diarios. La mitad se reservan el día anterior. Y la otra mitad se reserva ese día a partir de las 8 de la mañana. Nosotros llegamos como a las 8:30 y conseguimos para las 18:15. Un garrón pero había que hacerlo. (Precios: 10rm para el puente que une las dos torres, 40rm para eso y subir casi hasta el tope.)

Un vez que compramos los tickets nos fuimos a un shopping de electrónica que se llama Low Yat Plaza. Hay lo que se te ocurra. Yo estaba en mi salsa. Quería preguntar de todo. Es una especia de galería jardín pero multiplicado por 10. La verdad muy bueno. Estaba bastante mas barato que en Argentina pero la diferencia tampoco era tanto!!! Por lo menos de algunas cosas que nos interesaban a nosotros. Yo estaba chocho pero Nati me saco cagando. Y yo le decía, viste que feo que es, bueno, yo siento lo mismo cuando te la pasas mirando pashminas!! Jejeje!

Después nos fuimos a almorzar sushi. Fuimos a esos lugares locales como hay en Japón, según tengo entendido, en donde una “línea de montaje” acarrea platito con sushi que cada uno tiene que elegir. Después te cobran en base a los platitos. Muy bueno!! Luego nos fuimos al china town, petaling street para hacer algunas compras.

A las 18 estabamos en las petronas. Toca nuestro turno y nos hacen pasar. Primero un video que, básicamente, es una propaganda institucional de petronas. Luego pasamos al puente que está en el piso 41. Ahí nos dejaron 15 minutos y después al “Observation Desk”, que nos dejaron unos 20 minutos. Está en el piso 86. Impresionante! Hay algunas cosas para leer de la historia de las torres; fotos, entre ellas hay unas de Cesar Pelli con unas palabras de él (en ningún momento dice que es Argento, je!); unas maquetas; unos larga vistas (sin monedas); muchas vistas panorámicas, especialmente porque se ve la otra torre y la Menara KL. Ésta es una torre de telecomuniaciones. Son 450 metros de altura. La verdad que valió la pena la espera de la matina. Encima justo era casi el atardecer así que muy lindo.

Salimos afuera. Nos fuimos a la entrada del complejo para sacarles unos fotos a la torres de noche. Realmente iluminadas son maravillosas. Y luego nos fuimos de nuevo al Petaling Street. Seguimos con las compras. Hasta que nos cansamos, especialmente Nati, como a las 22:30. De todas maneras el mercado termina a las 23. Cenamos en un lugar local, unos arroces, unos springrolls y unas sopas. En la calle. Pero muy rico la verdad. Y finalmente nos fuimos a dormir pensando en que no nos queda nada, bah, que ya se acabo… sólo mañana y está destinado a compras, o mejor dicho a regatear.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Odisea: Club Atlético Independiente Campeón Copa Sudamericana y llegar a Kuala Lumpur desde Ko Ngai

6:00 de la mañana. Las chicharras empiezan a sonar. Yo quería ir a buscar la del catorce y empezar a tirar tiros. Imposible dormir. De todas maneras teníamos que acomodar las mochilas que bastantes incordiosas eran ya con tantas compras. Y encima ya estaba pendiente del partido del Rojo. Para que. No sabía cómo hacer para poder hacer todo. Encima a las 8:30 nos pasaban a buscar con el bote por el hotel. Asi que mientras acomodaba todo le mande un mensajito de texto a mi hermano Marcos para que me vaya informando las acontecimientos del partido por cel.

Que sufrimiento! Encima el bien macfly no me mandaba nada!! Yo le tenia que preguntar a cada rato. Termino el partido, y fue al alargue. Para esto nosotros ya habíamos terminado de desayunar y ya estábamos subiendo al barco. Una vez navengando, el navo seguía sin mandarme nada y lo tuve que cagar a mensajes para que me diga que minuto iba, si terminaba la primera parte del alargue, etc etc. Ah, y a todo esto Natalia que me discutía, me recriminaba mi fanatismo y que no podía ser que en la luna de miel este pendiente de un partido de futbol. Es que no entiende que no era un partido más. Pero bueno. Luego llego el mensaje que íbamos a los penales. Para que! no me mando nada! Ni un solo gol me informo. Después de que le mande 8 mensajitos más o menos me mando uno que decía “GANOOOO”. No les puedo explicar la emoción. Pero no tenía con quien festejar. Saltaba en el barco, estaba solo arriba y Nat que me gritaba vos estás loco, estás enfermo, jejeje!!! Enseguida llame a mi casa para que me digan algo o como había sido. Por suerte me atendió Joni, que justo era su cumple y de paso lo salude y me conto que el mostro de Tuzzio había definido el penal!! Que grosso!!!

Bueno, pasemos a los que les interesa. Una vez que llegamos a Pak Meng, hay un monton de combis / furgonetas que salen para todos lados. Nos tomamos una que nos llevaba hasta Trang. Íbamos nosotros dos solos. Nos cobro 80 baht cada uno. Tenía el AC al mango el hdp! Nos cagamos de frio. Luego de 30 minutos de viaje llegamos. Le pedimos al tipo que nos lleve hasta el lugar que salen las furgonetas para Hat Yai pero no entendía un pomo. Después nos dice que nos cobraba 100 para ir hasta Hat Yai y le dijimos que sí!! Obvio. Pero cuando nos quisimos dar cuenta estábamos en un oficina donde salía un combi para Hat Yai. Nos queria cobrar 100 baht mas porque no había alcanzado 6 cuadras!!! Obviamente que no le pagamos ni un peso, jejeje!!!

Un vez que terminamos de discutir con este tipo y se fue empezamos a discutir con los de la combi que salía para Hat Yai. Salía 100 baht cada uno pero como teníamos muchas mochilas nos querían cobrar 100 más por un tercer pasajero. Estuvimos como media hora discutiendo, si salían en el momento, cuanto tardaba, etc etc. Nati no quería saber nada porque todo el mundo tiene equipaje, pero como el lugar para el mismo ya lo tenían todo ocupado y ya estábamos ahí, se querían aprovechar. Finalmente lo hicieron porque la verdad es que estábamos apurados para llegar al tren, con todo el equipaje no teníamos mucha movilidad, así que se los pagamos.

Después de 2 horas nos dejo en Hat Yai. Previamente habíamos negociado que nos dejara en la estación de trenes. Fuimos a averiguar y no quedaba mas Sleeper Class. El tren salía a las 16 hs y tardaba como 17 hs!!! Una locura. Lo que pasa es que nos lo habían recomendado porque se ve que está muy bueno el tren.
No sabíamos que hacer. Pero habíamos leído en la guía que los bondis tardaban 9 hs. Así que nos fuimos hasta la estación. Ooootra vez a discutir. Esta vez con los Tuk tuk y los santgwie (no me acuerdo como se escribe), las furgonetitas, je! Les decíamos a la estación y todos nos decían a una agencia. Que no salen desde la estación, etc etc. Obviamente pensamos que era porque querían la comisión. Finalmente conseguimos a uno que accedió a llevarnos.

Llegamos a la estación preguntamos y adentro de la misma no había ninguno que vendía para Kuala Lumpur. Preguntamos en Información y el tipo me dice “seguime”. Se cruza con nosotros en frente en una de las tantas agencias que había. Y nos quiere vender el pasaje que salía desde ahí. Daba a la calle y del otro lado está la estación. Averiguamos un poco por ahí y todos te ofrecían lo mismo. Uno bondi a las 5:30 o 6 de la tarde. Uno ya se había ido a las 2… eran las 14:15… nos queríamos matar!!!

Sacamos los pasajes por 500 cada uno. Nos fuimos al lado a comer algo, un resto bien bien local!! Muchos musulmanes por esta zona. Después caminamos por ahí. Nos metimos en una oficina que decía WiFi pero era de una empresa tipo Avon. Pero un pibe de ahí nos dijo que nos quedemos y nos dio la clave. Lo primero que hice fue ver el Ole!!! Jejeje!!!
Finalmente nos fuimos a esperar. Llego. Una furgonetita!!! Jajaja!!! Que hdps!!! Enseguida nos dijeron que nos iban a llevar a donde estaba el “big bus”, que estaba en el pueblo. Nos subimos con toooodo el equipaje de nuevo y partimos. Llegamos a oootra agencia. Jajaja! Ahí nos tomaron los dato de los pasaportes y había mucha más gente esperando. Locales y turistas también. Supuestamente acá iba a llegar el bondi. Y así fue. Llego y por suerte era lo que nos habían dicho. 3 filas de asientos. Muy comodos.

Cuando estábamos subiendo se larga una lluvia que parecía que se desplomaba el cielo. Increíble!!! Estabas 2 segundos debajo de la lluvia y quedabas hecho sopa. Finalmente salimos como las 19.30 (nos habían dicho a las 17:30). Luego de una hora llegamos al borde con Malaysia. Creo que es en una ciudad que se llama Badao o Sadao. Primero nos bajaron el la oficina Tailandesa para hacer la salida. Y después nos bajaron en la de Malasia. Pero en esta última tuvimos que bajar con toooodas las  mochilas, pasarlas por scanner, etc. Un quilombo. Después paró una vez más. Ésta vez para comer.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Vida de casado... Emerald Cave vs Manta Rayas (Ko Ngai)

Después de arduas discusiones de lo que íbamos a hacer hoy terminamos decidiendo ir a hacer un recorrido por las islas cercanas y a la Emerald Cave. Lo de las Mantas Rayas de 5 metros quedara para más adelante. Ya empiezo a sentir lo que es la vida de casado… jajaja!!!
Nos levantamos temprano, bah, acá en Ko Ngai siempre nos levantamos muy temprano… les voy a explicar algo: en estas islas hay una especie de chicharra. Pero no es como la chicharra “argenta”. Estas son como super chicharras!! Y cuando digo super es super en serio! Se escuchan todo el día pero principalmente al amanecer y al atardecer. Como los gallos. Tipo 6 de la matina empiezan. Hacen como una especie de silbido mezclado con el sonido típico tipo cascabel. Pero es una cosa impresionante. Es mejor que cualquier despertador. De las 3 noches que dormimos acá en Ko Ngai estábamos con los ojos como búho a las 6:30. Es imposible dormir con ese ruido. Vale la pena aclarar que dormíamos en una cabañitas de bamboo y es como que no tuvieras pared, no.
Pero todo no estaba tan mal en este día. Cuando abrimos la ventana… chan! SOL!!! Increíble!!! Para que tengan una idea Natalia eran las 6:31 y me decía apurate!!! Jajaja!!! Claro, era la primera vez que veíamos el cielo claro y con sol desde que habíamos llegado a las playas. Era entendible.
Le dijimos al pibe del tour, que además trabaja en hotel, que saliamos a las 8, bien temprano. Un personaje total, que si no se comía la galletita manejaba el camión de terrabusi, pero re macanudo, un grande. Así que nos levantamos, desayunamos y cuando ya estábamos listos para salir arriba del bote tuvimos un pequeño percance. Viene la mina del hotel y nos dice “no hacían el check out ustedes hoy?” linda noticia! Hubo un mal entendido y la mina hasta había reservado nuestra habitación. Así que tuvimos que ir y mudarnos a otra. Pero lo mas comico es que estaba al lado, sí, al lado!! Era lo mismo. No se puede creer.
Finalmente salimos rumbo a la Emerald Cave, que está ubicada en otra isla que se llama Ko Muk (o Ko Mook). Nos calzamos las patas de rana, los salvavidas y empezamos a nadar. Entramos a la cueva y cada vez se hacía más oscuro. Nuestro guía estrella llevaba una linterna. Hasta que llego el momento en que se hizo totalmente oscuro. Nati tenía un cagazo!!! Lo seguimos al guía, bah, a la poca luz de su linterna, hasta que llegamos. Fueron como 80 metros. Hay una playita, con un pedazo de bosque todo rodeado por una pared de rocas como de 80 metros de alto, o quizás más, no sé. Es casi un cilindro perfecto que tendrá como 50 metros de diámetro. Es como si fuera un cráter de un volcán pero mucho más profundo. Y donde en el piso hay una playita con agua cristalina y un bosquecito. La verdad es que esta buenísima. Antiguamente los locales la usaban para capturar pájaros porque hay mucha diversidad. Y posteriormente lo usaron los piratas para esconder tesoros. Es que es ideal para eso, parece de película. Encima tenes que entrar y salir con la marea baja, porque cuando sube se cierra. Increíble!!
Justamente por esta razón mucho tiempo no nos pudimos quedar. Sacamos unas fotos y nos fuimos. De ahí directo a otra isla. Ko Kradan. Habíamos leído que era una de las mas lindas de la zona y es verdad. Por lo menos por lo que vimos. Hay algunos lugares para quedarse, resorts basicamente, pero serán como mucho 4 o 5. Parecía aún más tranquila que ko Ngai. Hicimos snorkel y caminamos la paya principal de la isla.
Seguimos rumbo y en el trayecto del viaje cruzamos por otro islote, Ko Waen, que es donde ayer había hecho el buceo nocturno. Ya que estamos les cuento que estuvo realmente muy bueno. La visibilidad no era de los mejor porque estaba muy movida pero una experiencia que vale la pena. Se ven cosas que de día es imposible como cangrejos o langostas grandísimas! (o algún bicho de esos que no se cual es la traducción exacta).
Finalmente sólo hicimos snorkel en 2 islotes mas porque no tienen playas, son toda roca. Son islotes kársticos muy parecidos a los de Halong Bay pero están mucho más raleados en esta zona. Se llaman Ko Ma y Ko Cheuk. No saben como snorkeaba nuestro guía estrella!!! Jajaja! Un personaje total. Un quilombo hacia!! Se nos escapaban todos los animales!!! Lo único bueno es que nos había llevado unos panes. Así que nos divertimos principalmente con los tiger fish que son como los perros. Una vez que le diste algo te siguen y hasta te muerden los dedos, jaja! En general vimos bastante más de lo mismo pero estuvo bueno.
Ah, en Ko Ma, que justo esta en frente de la playa principal de Ko Ngai hay una comunidad de murciélagos. Muy bueno! Se pueden ver desde el bote y están colgados desde las piedras y plantas. Son muy grandes algunos. No chinos los cazan y los comen en la sopa. Increíble!
Volvimos a nuestro hotel, le pagamos al pibe (1000 baht cada uno), almorzamos unas pizzas con cerveza y luego nos echamos en unas reposeras en la playa. Obviamente a la sombra de un árbol porque al sol no se podía estar. Es imposible. Te cocinabas! Nati se durmió una siestita y yo me fui de nuevo a snorkear a la barrera de coral. Solamente algún lion fish pero nada zarpado.
Luego nos fuimos a reservar el pasaje para mañana. Sale de un resort que se llama Ko Ngao Villa y sale 250 baht por persona. Creo que tiene 2 horarios uno a las 9 y otro a las 15. Nosotros no íbamos a las 9. Obviamente que yo estaba a las puteadas porque no podía ver la final de Independiente – Goias. Me quería matar. Finalmente nos bañamos tempranito y nos fuimos a comer al Fantasy Resort porque queríamos conectarnos a Internet que hacía días que nadie tenía noticias nuestras. (sale 150 baht todo el día de wifi).

martes, 7 de diciembre de 2010

Buceo en Ko Rok, cerca de Ko Ngai

Mati se levantó con un entusiasmo tremendo porque íbamos a ir a bucear nuevamente. Claro, quiere completar su bitácoras, fundamental después de haber hecho el Open Water, jaja. Ordenamos las cosas para llevar, desayunamos y a las 8.30 estábamos en la oficina del Rainbow Divers para partir.
Éramos nueve más los dos instructores. Casi todos tenían el curso hecho, excepto yo y dos chicas finlandesas que iban a hacer snorkel. El barco tardó una hora y media en llegar a Ko Rok. Por suerte era un barco grande, así que en la parte de abajo tenían todos los equipos (hasta un compresor llevaba) y arriba íbamos nosotros. Lástima el día, nublado nuevamente, porque si no, estaba buenísimo para tomar sol durante el viaje.



Llegamos a la isla y los experimentados hicieron una primera inmersión mientras nosotros nos quedamos haciendo snorkel. Mati podía haber ido, pero como iba conmigo, el instructor quería que vayásemos después con él porque no podíamos bajar a más de 12 metros. Así que ellos bajaron y a la hora, cuando subieron, uno de los chicos fue con nosotros otra vez.


Estuvimos unos 50 minutos abajo del agua, estuvo bueno, vimos una tortuga mediana, morenas, lions fish, cangrejos y peces de todos los colores. Lo más lindo fue la tortuga, que la otra vez no habíamos visto.


Luego subimos, almorzamos en el barco y como yo no quise hacer la segunda inmersión porque estaba cagada de frío, Mati se fue con el grupo a más profundidad inmediatamente después de comer. Yo me quedé tomando resolana y durmiendo una siestita en la terracita del barco, jeje. Volvieron a la hora y allí partimos para nuestra isla de nuevo. Según contó Mati, no vio muchas más cosas que en la primera inmersión; sólo un pulpo que se escapó y un cardumen de peces enorme. Vieron lo exagerado que es: dice que el cardumen era tres veces el barco que nos llevaba, que era grande! Jajajaj. Siempre cuando va solo ve cosas extrafalarias, me causa gracia, jejeje.
Durante el trayecto de vuelta a Ko Ngai nos tentaron para ir mañana a otra isla que está mucho más lejos (3 hs de barco) donde supuestamente se ven rayas muy grandes (ellos dijeron hasta de 7 metros, pero no sé, medio exagerado me parece). A Mati se le iluminaban los ojos y quería ir!!!! Pero después a mí se me ocurrió preguntarle a uno de los instructores si había hecho buceo nocturno y nos empezó a contar. Es más, nos dijo que esta noche salían a una isla cerca a hacer uno. Nos preguntó si queríamos ir y el tuerto agarró viaje como loco… Quería que lo acompañe porque le daba un poco de cagazo, pero preferí quedarme escribiendo el diario del viaje en la habitación. Ahora está allí, buceando. Cuando vuelva se bañará y nos iremos a comer al resto del Fantasy Resort, que parece muy lindo. Además, hay internet. Veremos si nos conectamos hoy. Besos!!!!






lunes, 6 de diciembre de 2010

Ko Ngai, otra vez el paraíso

Nos pasó a buscar una camioneta por el hotel para llevarnos al puerto porque de ahí salíamos para Ko Ngai, una isla que queda a una hora y media de Ko Lanta y que, según nos dijeron, es mucho más chiquita y más pintoresca, con playas de arenas blancas y mar transparente. Pasamos a buscar a más gente, sacamos plata del cajero porque en la isla no hay nada y nos llevaron al puerto.
El barco salió 9.15 y, tal como nos habían dicho, tardó hora y media. Llegamos a la isla y nos dejaron en el único muelle que hay, que pertenece a uno de los resorts. Averiguamos ahí, pero como eran bastante salados, nos tomamos un taxi boat hasta uno de los resorts del medio de la playa para tener la posibilidad de recorrer los otros caminando. Finalmente, elegimos el Malabay Resort, que nos cobra la noche u$s 50 (de lo más barato que encontramos) con ventilador (sin AC) y agua caliente, cosa muy importante!!!!! Aclaro esto porque en el resto los baratos no incluyen hot wáter, increíble. Ah, y con desayuno incluido, así que muy bien. Hay que aclarar que en esta isla hay cinco o seis resorts, no más, y obvio que se aprovechan con los precios.



Este resort tiene unas pequeñas cabañitas de bambú, pero mejores a las que nos habíamos quedado en Laos, sencillas, pero lindas, y con vista al mar. Dejamos las cosas y almorzamos algo. Ya eran como las 12. Después, como el día –para variar- estaba nublado, decidimos hacer algo de treking. Nos habíamos dicho que se podía cruzar del otro lado de la isla caminando, así que allá fuimos. El caminito de selva es muy lindo, en algunas partes bastante cerrado. Me hacía acordar a isla grande, pero más selvático, según Mati. En una media hora ya estábamos del otro lado. Aterrizamos en una playa bastante extensa donde hay un solo resort pero todavía sin abrir. Ahora ya es temporada alta, pero la mayor cantidad de gente viene a partir de mediados de mes.


Seguimos caminando y visitamos dos playitas más a las cuales se llega también por caminitos de selva. Queríamos llegar al View Point, así que seguimos viaje y finalmente llegamos. Es en la cima de una punta de la isla. Está bueno, pero la vista no es grannn cosa. Bajamos después de sacarnos unas fotitos y nos quedamos en una playita chiquita a bañarnos un rato. Había una pareja de franceses y un americano, así que charlamos un rato con ellos y tipo 16.30 pegamos la vuelta porque teníamos miedo de que nos agarre la noche.


Llegamos al hotel, fuimos a resort de al lado (Fantasy Resort) a averiguar para hacer buceo y finalmente nos decidimos. Van a Ko Rok, una de las mejores islas de por acá para bucear, así que nos sumamos. Yo mostré el certificado que me dieron en Phi Phi y me dejaron ir sin examen, jajaja.
Después fuimos a la cabañita, nos duchamos y fuimos a cenar al restaurant de nuestro resort.


MAti se comió una barracuda y yo una pizza, jaja. Desde que en el buceo anterior me pasaron por al lado y el instructor sacó el cuchillo, no las quiero ver ni en la sopa a las barracudas!
Acá todo es muy tranquilo. LA gente se acuesta temprano, entre las 21 y las 22. Es una isla bien para luna de miel, no hay nada para hacer! Jeejejejeje. Poca gente, bastante virgen, con muy pocos barcos. Está muy buena, para recomendar!
Nos fuimos a dormir tempranito, ya que al otro día teníamos que levantarnos temprano para ir a bucear. Chauuuuu

domingo, 5 de diciembre de 2010

Ko Lanta, sólo por un día

Bueno, vamos retomando el control de este blog porque si no se hace todo demasiado femenino… jejeje!!!
Habíamos reservado los pasajes para irnos a Ko Lanta 400 baht por persona. Lo habíamos hecho por medio del Hotel donde nos estábamos quedando, en Long Beach, se llama Paradise Resort. Por cierto muy recomendable, especialmente por la gente que lo atiende, pero los lugares de ahí son todos medios salados. Esta bastante en el medio de la playa. Así que los mismos del hotel nos llevaron hasta el muelle de Ton Sai, el pueblo principal de la Isla de Ko Phi Phi Don. Allí nos subimos a un barco más grande con otros pasajeros rumbo a Ko Lanta.



Ya desde el barco hubo personas locales que nos ofrecían lugares para dormir. Ni hablar cuando llegamos. No alcanzas a ponerte las mochilas encima del barco que desde el muelle de Ko Lanta, en el pueblo de Ban Saladan, te gritan ofreciéndote lugares para dormir. Las fotos que habíamos vistos y los folletos que nos mostraban estos tipos eran de unas playas espectaculares: arena blanca, agua turquesa, etc etc. Como se mataban por llevarte entre los tuk tuk y las furgonetas le regateamos de 300 a 200 para que nos lleve, veíamos algunos hoteles que él nos recomendaba y todos los que nosotros queríamos. Acá la joda pasa porque se llevan una comisión entonces te bajan el precio con tal de cobrarla.
Llegamos al primer resort y la playa era como cualquier otra pero no se parecía ni un poquito a la de las fotos. La verdad es que no entendíamos nada. Nati se puso como loca y empezó a discutir hasta con el taxista sobre el color del agua y de la arena. Ni explicarles el mal humor que le agarro, jajaja!!! Encima, lo peor de todo es que en todos los lugares te cobraban mucho más de lo que habíamos pagado en Phi Phi. Y la playa no tenía comparación. La verdad era un bajón porque veníamos a buscar esas playas paradisiacas para descansar nuestros últimos días. Pero bueno, en Ko Lanta no están.
Después de darle 800 vueltas nos quedamos en Amantra Resort, por 2000 sin vista al mar. Esta sobre Klong Nin Beach que teóricamente es la más bonita. Realmente las playas no son feas, el agua es bastante clara, la arena no es blanca pero no está mal. Lo que si tiene bueno me parece es para nadar. El mar siempre planchado. En un momento había bastante viento pero cerca de la costa era una pileta. Creo que a esta isla, más que a conocer las playas, hay que venir a conocer la gente, porque hay mucha más gente local, pescadores, etc. no es solo resorts y turistas como en otras. Tiene un pueblo viejo que no pudimos ir pero aparentemente está muy bueno. Se ven muchos musulmanes por todos lados. Y como muchos restaurantes con de ellos no te sirven alcohol. En realidad la mayoría lo que hace es separar. Sí separar. Por ejemplo fuimos a un resto por la playa: la comida y la coca la trajeron desde la cocina pero la cerveza la trajeron de una conservadora de la playa y la tuve que pagar a parte, je!
Nos alquilamos una motito que salió por 300 baht desde el hotel. Nos fuimos hasta la punta sur de la isla, donde está el parque nacional y pasamos por unas cuantas playa porque queríamos analizar si valía la pena quedarse o no.


En el parque nacional no te cobran entrada, esta todo como abandonado y hay un point view desde un faro. Muy buenas vistas de una playa y del otro lado rocas. También hay para hacer un mini trekking que pinta bueno pero no lo hicimos porque queríamos ir al pueblito.



La ruta para llegar es media complicada. En periodos muy lluviosos se debe poner complicado. Pero nosotros íbamos a a full con la motito. Esta vez me habían dado una automática, mete los cambios sola. Una cosa de locos!! El tema es que es pavimento pero tiene tramos de tierra, barro y piedras. Pero por suerte acá hay muñeca así que llegamos y volvimos sin ningún percance. Lo único fue que a la vuelta Nat me dice “¡¡mira hay monos!!”. Estaban entre los arboles al costado de la ruta. Obviamente que agarre la cámara y les saque unas fotos y unas tomas. Pero se ve que no eran muy amigables porque al ratito nomas empezaron a gritar y se me venían al humo. Había uno que me miraba fijo desde el árbol y saltaba de uno rama al otro cada vez más cerca. Yo en el medio de la ruta y Nati 20 metros más adelante con la moto que me gritaba “vamos Mato que te atacan!!!!” jajajajaja!!!!! Seguimos viaje y los dejamos tranquilos. Je!
Cuando estábamos regresando para ir al pueblito empezó a llover. La verdad que después de tantos días de sol quería un poco de lluvia…. Que hijo de m…. hace una fucking semana que no para de estar nublado y lluvioso. No se puede creer.
Así que nos fuimos al hotel y nos tomamos una cervecita con unas peanuts. Después Nati se durmió una siestita para variar y yo me quede contemplando el mar con la lluvia que no cesaba. Luego nos bañamos y fuimos a comprar el pasaje para Ko Ngai. Lo sacamos desde una agencia que nos cobro 400 baht y nos pasaban a buscar desde el hotel.
Finalmente, siempre con la motito, fuimos a cenar a un resto que se llama Roi Thai. Sinceramente lo mejor del día creo. La gente extraordinaria. Todos muy macanudos no atendieron de diez, nos explicaron un montón de cosas y además muy buena onda. Cenamos en una mesita a la luz de la velas sobre la playa al costado de las olas (esto es para todos los que dicen que yo no soy un romántico, es más, soy el último de los moykanos! Jaja!). Hablando de la comida me pareció excelente. Yo comí una cosa que lo llaman Hot Shot y es por el plato que ellos son famosos. Yo pedís Seafood (frutos del mar) en una salsa Pannang (local) que era como un curry. Bastante Spicy pero muy muy rica! Ah, no es barato pero vale mucho la pena.


Pero… el “plato” estaba por pasar. Nati estaba como loca con la camara tratando de demostrarme que tiene más pulso que yo para las fotos nocturnas. En una de esas olas se viene un tsunami más o menos que nos tapo de agua. Yo, precavido había puestos mis cosas encima de una silla. Cuando se va la ola Nati con las patitas para arriba empieza a gritar “¡¡la funda de la cámara!!”. Levanto la vista y se estaba yendo… con una de las memorias adentro!!! Nos les puedo explicar cómo salte de la silla y salía cagando para el mar. Lo peor de todo es que en el primer manotazo que le tiro cae otro tsunami y me la saca de nuevo. Sin contar todo lo que me moje. Por suerte la encontré pero estaba empapada. Y la memoria también. Levanto la vista y Nati lo mas pancha sentada… imagínense mi calentura… jeje!
Por último, luego de lavar, sacarle la arena y secarlo como pude nos fuimos al hotel a dormir…

sábado, 4 de diciembre de 2010

Buceo en Phi Phi, Tailandia

Hoy fue el día del buceo. Tan esperado por Mati, para lo cual se hizo el curso de Open Water en Buenos Aires. Con ese curso, él puede bucear hasta 18 metros de profundidad, pero como yo no tengo el certificado, y tampoco tenía ganas de perderme tres días estudiando en la luna de miel, bajamos hasta 12 metros.
Paso a contarles el día. Nos levantamos temprano porque yo a las 8.15 tenía que estar en el lugar del buceo para que me den los lineamientos básicos. Me explicaron las cosas básicas, fuimos al mar, hicimos unos ejercicios con el instructor, muy fáciles, y a la media hora salimos a bucear. Eramos seis en el barco, pero buceamos en dos grupos distintos. Nosotros teníamos un instructor, así que íbamos nosotros tres nomás.
El día estaba zafable, había resolana como ayer. La primera parada fue en Viking Cave. En realidad, no nos metimos en la cueva. Es un punto por el cual todos los barcos pasan para verla nomás y nosotros buceamos cerca de allí. Estuvimos como 40 minutos debajo del agua. Estuvo muy bueno, vimos peces de todo tipo y color, corales, espectacular. La visibilidad no era excelente, pero se podía ver bastante bien igual. La gran mayoría de los peces son chiquitos, hay algunos minúsculos, increíble. Una pena no tener una cámara sumergible. En el bote con nosotros iba un francés fanático del buceo que tenía una caja enorme con una canon adentro, pero no nos pudo sacar fotos porque se fue con el otro instructor. Buceamos, como dije, en dos grupos. Además, el tipo tenía el advance de buceo y podía ir más profundo.


Luego de la primera bajada, nos subimos nuevamente al barco y nos llevaron a almorzar a una pequeñita playita ubicada en una laguna que se forma en Phi Phi Leh, rodeada de rocas gigantes. No había nadie, ni un barco, por suerte. Así que bajamos con las viandas y descansamos un rato ahí. El agua hiper transparente, la arena blanca y las rocas daban una imagen impagable. Faltaba el cielo celeste para completar el cuadro. Pero estuvo buenísimo igual.



Al rato de almorzar fuimos a hacer la segunda inmersión, en la salida de la laguna, bordeando la pared rocosa de la isla Phi Phi Leh, que es la más chica de las dos Phi Phi, situada frente a Phi Phi Don, donde están todas las construcciones.
Esta segunda vez estuvo mucho mejor porque tuvimos la gran suerte de ver dos tiburones leopardo. En realidad, nunca supe que eran tiburones hasta que subimos a la superficie y nos lo dijo el instructor, jajaja. Si no, creo que me quedo sin respiración. El primero que vimos se escapó cuando nos sintió, pero el segundo se acostó en la arena y estuvimos pegados! Hasta el instructor lo acariciaba en la cola, parecía re mansito. Y después salió pero bien despacio, formando ondas en el agua con su cuerpo. Muy bueno estuvo. Además, cuando salimos, el otro grupo también los había visto y el otro instructor me dijo que habíamos tenido mucha suerte de verlos porque hacía como tres semanas que no se veía ninguno. Lo que no vimos fue tortugas, que dicen también aparecen por acá.
Esta inmersión también duró 40 minutos y fuimos un poco más profundo. Según Mati, estábamos más abajo que 12 metros (el profundímetro suyo le marcaba 18 metros), pero el instructor nos dijo que andaba mal, jajaj. Capaz no nos quería decir porque yo no podía ir más abajo, al no tener el Open Water.


Volvimos a Long Beach cerca de las 13.30, pagamos, Mati anotó los datos de las inmersiones en la bitácora y nos fuimos al hotel. Cerca de las 14.30, 15 se largó una tormenta increíble. De golpe el cielo se puso negro y se largó un chaparrón de aquellos. Así que aproveché que tenía un cansancio enorme del agua y me fui a dormir la siesta. Dormí como 3 horas, un lechón! Jajajaja. Mati se acostó al rato y nos levantamos tipo 18. Ya estaba anocheciendo. Escribí un poco para el blog, hablamos con la flia por el cumple de Dilma y luego fuimos a cenar a uno de los restaurantes que hay en esta playa, que como ya les conté, dos sólo dos. Ahora son las 23 y estamos por irnos a dormir. Mañana nos vamos a Ko Lanta a pasarnos los últimos días de playa allí.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Día de relax total, Ko Phi Phi, Tailandia

Tal como les adelanté en el relato de ayer, hoy tuvimos un día aceptable, podría decirse. Así que como hubo un poco de sol, decidimos quedarnos en la playa tranquilos y aprovechar el lindo día. Así que desayunamos y luego nos fuimos a tomar sol.
Por supuesto Mati no se bancó ni dos minutos sentado en la arena, como pueden imaginarse, así que él se fue a snorkear, con su equipo nuevo, y yo me quedé tomando sol. Había resolana, así que se bancaba. Si pega el sol directo, es insoportable. Luego volvió roto. Se había ido hasta el shark point y se pegó duro con una roca. Y eso que a él nunca le pasa nada, me caga a pedos a mí porque dice que soy torpe, que no miro donde camino, etc, etc. La cuestión es que volvió con dos moretones raros por ser de raspón. Se ve que queda así la piel porque cuando se lo mostramos a la gente del resort enseguida preguntaron si había sido una roca. Fue entonces cuando llamaron a un señor de al lado, que tiene un puestito de tours, y el tipo les marcó a las mujeres del hotel una planta para que piquen las hojas y la humedezcan. A los diez minutos lo veo al hombre poniéndole los pedacitos de hoja en la espalda. Y lo más cómico es que se quedaban pegados, jajajaj. Así es la medicina acá! Por suerte al rato lo tenía mucho mejor.



Nos quedamos un rato más haciendo nada y al mediodía almorzamos algo ahí en el bar del Paradise Resort, donde nos estamos quedando. Muyyy tranquilossss, jejejeej. Ni el más mínimo esfuerzo!


Después de comer me fui a hacer unos masajes que los venía viendo desde que llegamos. Todos los lugares tienen unas camas al aire libre cubiertas al lado del mar que son impresionantes, así que te hacen los masajes mientras escuchás el ruido del mar. Placer total. No podía perdérmelo, así que ahí fui. Opté por el Coconut Oil  Massage, que te embadurnan de aceite y es un masaje tradicional, relajante. No es el thai massage que te hacen dolor todo, es mucho más tranqui. Por 300 thb, es decir, u$s 10, me hicieron una hora de masajes. Mati  no quiso esta vez porque las otras dos veces que se hizo no se quedó muy conforme. Se ve que cuando un chongo le pone las manos encima no puede relajarse, jajajaj.
Y lo peor es que cuando vio que venía un tipo a hacerme los masajes a mí (las otras veces a mi me habían tocado mujeres) no le gustó ni medio, jeje. Pero me sacó unas fotitos y después se fue a contratar el buceo para mañana.



Luego de los masajes fuimos de nuevo al lugar del buceo porque teníamos que completar unas planillas y después Mati me convenció de ir al Shark Point (lugar de tiburones) nadando con el snorkel, ya que le habían dicho el lugar exacto donde se podían ver los bichos. Decidí acompañarlo, bajo recomendación tuerteana de que si veía uno no me desespere, que me quede tranquila que ellos no te atacan. Si no tienen hambre!!!!!!!!!!!!! Jajajaj
Nadamos como 200 metros hasta el lugar. Había bastante correntada y eso ya me puso un poco nerviosa, pero seguí. No quería defraudar las expectativas que tenía Mati. Llegamos al lugar, dimos un par de vueltas y nada. Hasta que nos metimos un poco más adentro y de repente vemos la sombra de dos tiburones!!!!! Me pegué un julepe que ni les cuento. Salí cagando para la costa. No me daban las patas para nadar, jajajja. Pobre Mati, le cagué el plan. El quería quedarse en el lugar tranquilo y verlos más tiempo, cómo se mueven, etc. Pero entre la corriente del mar, que nos tiraba para adentro, y los tiburones, no pude soportarlo y empecé a nadar hasta la playa de nuevo. Como buen marido, Mati me siguió, jejeje.
Ya eran como las 17,30, así que nos pedimos un licuado de frutilla en la playa, disfrutamos del atardecer ahí y cuando anocheció (acá oscurece a las 18.30) nos fuimos al cuarto a bañarnos, ya que queríamos ir al pueblo a hacer unas compritas (encargues de Dilma y mami, jejej) y cenar por allí.


Partimos para allá al rato en un taxi boat porque tenía fiaca de caminar de noche y luego de las compras cenamos en un restaurant italiano que tenía internet gratis. Charlamos un rato con Rafa y mami después de cenar y antes de volvernos a Long Beach nos tomamos un rico helado italiano. Nos acostamos temprano  ya que mañana nos vamos a bucear. chauuuuu
Tal como les adelanté en el relato de ayer, hoy tuvimos un día aceptable, podría decirse. Así que como hubo un poco de sol, decidimos quedarnos en la playa tranquilos y aprovechar el lindo día. Así que desayunamos y luego nos fuimos a tomar sol.
Por supuesto Mati no se bancó ni dos minutos sentado en la arena, como pueden imaginarse, así que él se fue a snorkear, con su equipo nuevo, y yo me quedé tomando sol. Había resolana, así que se bancaba. Si pega el sol directo, es insoportable. Luego volvió roto. Se había ido hasta el shark point y se pegó duro con una roca. Y eso que a él nunca le pasa nada, me caga a pedos a mí porque dice que soy torpe, que no miro donde camino, etc, etc. La cuestión es que volvió con dos moretones raros por ser de raspón. Se ve que queda así la piel porque cuando se lo mostramos a la gente del resort enseguida preguntaron si había sido una roca. Fue entonces cuando llamaron a un señor de al lado, que tiene un puestito de tours, y el tipo les marcó a las mujeres del hotel una planta para que piquen las hojas y la humedezcan. A los diez minutos lo veo al hombre poniéndole los pedacitos de hoja en la espalda. Y lo más cómico es que se quedaban pegados, jajajaj. Así es la medicina acá! Por suerte al rato lo tenía mucho mejor.


Nos quedamos un rato más haciendo nada y al mediodía almorzamos algo ahí en el bar del Paradise Resort, donde nos estamos quedando. Muyyy tranquilossss, jejejeej. Ni el más mínimo esfuerzo!


Después de comer me fui a hacer unos masajes que los venía viendo desde que llegamos. Todos los lugares tienen unas camas al aire libre cubiertas al lado del mar que son impresionantes, así que te hacen los masajes mientras escuchás el ruido del mar. Placer total. No podía perdérmelo, así que ahí fui. Opté por el Coconut Oil  Massage, que te embadurnan de aceite y es un masaje tradicional, relajante. No es el thai massage que te hacen dolor todo, es mucho más tranqui. Por 300 thb, es decir, u$s 10, me hicieron una hora de masajes. Mati  no quiso esta vez porque las otras dos veces que se hizo no se quedó muy conforme. Se ve que cuando un chongo le pone las manos encima no puede relajarse, jajajaj.
Y lo peor es que cuando vio que venía un tipo a hacerme los masajes a mí (las otras veces a mi me habían tocado mujeres) no le gustó ni medio, jeje. Pero me sacó unas fotitos y después se fue a contratar el buceo para mañana.



Luego de los masajes fuimos de nuevo al lugar del buceo porque teníamos que completar unas planillas y después Mati me convenció de ir al Shark Point (lugar de tiburones) nadando con el snorkel, ya que le habían dicho el lugar exacto donde se podían ver los bichos. Decidí acompañarlo, bajo recomendación tuerteana de que si veía uno no me desespere, que me quede tranquila que ellos no te atacan. Si no tienen hambre!!!!!!!!!!!!! Jajajaj
Nadamos como 200 metros hasta el lugar. Había bastante correntada y eso ya me puso un poco nerviosa, pero seguí. No quería defraudar las expectativas que tenía Mati. Llegamos al lugar, dimos un par de vueltas y nada. Hasta que nos metimos un poco más adentro y de repente vemos la sombra de dos tiburones!!!!! Me pegué un julepe que ni les cuento. Salí cagando para la costa. No me daban las patas para nadar, jajajja. Pobre Mati, le cagué el plan. El quería quedarse en el lugar tranquilo y verlos más tiempo, cómo se mueven, etc. Pero entre la corriente del mar, que nos tiraba para adentro, y los tiburones, no pude soportarlo y empecé a nadar hasta la playa de nuevo. Como buen marido, Mati me siguió, jejeje.
Ya eran como las 17,30, así que nos pedimos un licuado de frutilla en la playa, disfrutamos del atardecer ahí y cuando anocheció (acá oscurece a las 18.30) nos fuimos al cuarto a bañarnos, ya que queríamos ir al pueblo a hacer unas compritas (encargues de Dilma y mami, jejej) y cenar por allí.


Partimos para allá al rato en un taxi boat porque tenía fiaca de caminar de noche y luego de las compras cenamos en un restaurant italiano que tenía internet gratis. Charlamos un rato con Rafa y mami después de cenar y antes de volvernos a Long Beach nos tomamos un rico helado italiano. Nos acostamos temprano  ya que mañana nos vamos a bucear. chauuuuu

jueves, 2 de diciembre de 2010

Alrededor de Ko Phi Phi

Hoy nos levantamos tempranito porque Mati estaba encajetado con ver el partido de Independiente, así que me prendió el velador y ya me desvelé. Pero lo peor de todo es que cuando prendió la tele se dio cuenta de que ya estaban jugando el segundo tiempo. Se había perdido el primero! Imagínense la amargura. Pero mejor, porque iba perdiendo 2 a 0. Terminó de ver el partido, mientras yo boludeaba en la compu, y nos fuimos a desayunar. Teníamos que estar 9,30 listos para salir en el barco a la excursión de todo el día en la cual haríamos snorkel en varios puntos y, principalmente, conocer la playa donde se filmó la película La Playa, con Leonardo Di Caprio.
Nos subimos al barco y la primera parada fue cerquita, a pocos metros de la Long Beach, para buscar los equipos. Nosotros queríamos estrenar los nuestros, así que sólo les pedimos las patas (para no acarrear las nuestras). Recolectamos todo y tipo 10.30 el barco comenzó el itinerario.
La primer parada fue en un lugar cerca de nuestra playa que se llama Shark Point. Se ve que en algún momento se concentraban tiburones, porque hoy no vimos ni uno! Snorkeamos una media hora allí, vimos peces de todos los colores pero todos chicos y algún que otro mediano. Pero nada descomunal. Luego nos llevaron a Maya Bay, el lugar soñado de la película. Esta playa se encuentra en Phi Phi Leh, la hermana menor de Phi Phi Don, la isla principal y donde están todos los turistas. En la otra no se puede construir.



El barco no entró en la bahía, sino que ancló detrás de esta playa, así que tuvimos que caminar un tramo por piedras filosas (medio peligroso porque rompían algunas olas) hasta llegar a una escalera que había que subir para agarrar un camino y luego llegar a la playa. Medio complicada la travesía, pero finalmente llegamos y la verdad nos gustó mucho. LA foto la teníamos vista de todos lados, pero es muy lindo estar allí. La única cagada es que es tan turística que hay muchos barcos y está lleno de gente. Y además no nos tocó un buen día. Estuvo todo el día nublado y chispeaba de vez en cuando. Eso no dejaba apreciar bien los colores. Pero bueno, es lo que hay… Por suerte no llovió como ayer y pudimos hacer la excursión.
Nos sacamos algunas fotos, Mati hizo más snorkel y luego de una hora volvimos al barco. Después nos llevaron al Monkey Beach, una playa ubicada en la misma Ko Phi Phi Don. Supuestamente deberíamos haber visto monos; de ahí su nombre, pero como hacía frío los monitos no salieron. Pero vimos los rastros: las cáscaras de bananas, jajjaajaj. Ahí también estuvimos como una hora y luego nos fuimos a Bamboo Island, una isla muy bonita, agreste, en la que tampoco hay alojamiento. Si querés, te podés quedar a dormir en carpa.




Emprendimos el regreso tipo 18 y llegamos a Long Beach alrededor de las 19. Estábamos muertos, así que nos bañamos, le dimos un poco al skype (que ya se volvió una adicción casi) y nos vinimos a cenar a un resto muy top que no conocíamos acá mismo en esta playa. Acá cierra todo re temprano y sólo hay dos restaurantes. El resto está en el pueblo. A uno fuimos ayer y al segundo hoy. Está bueno, hacen show de fuego y se come muy bien. Ahora estamos acá, sentados en una mesa sobre la arena, muy romántico, jejejee. Ah, y con una cervecita, obviamente.
Mañana no sabemos qué haremos. Dependerá del clima. Si hay un poquito al menos de sol, me lo tomaré todooooooooo. Besos y hasta mañana!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Fucking Windguru... las pega todas... Ko Phi Phi lluviosa

Nos despertamos con la ilusión de ir a hacer la excursión para snorkear, pero lamentablemente llovía, estaba horrible y no valía la pena gastar la plata para un día donde no se iba a poder apreciar bien los paisajes, así que luego de desayunar y de llamar a mami por su cumple, fuimos a ver si podíamos cambiar los tickets para mañana. No hubo ningún problema, por suerte. Ahora esperemos que el clima nos acompañe. Desgraciadamente, acá no están las monjas clarisas para llevarle huevos… jejeje!
Eran las 10 y no sabíamos qué hacer! Teníamos bastante mal humor porque acá no hay mucho para hacer si no es mar, snorkel y playa. Pero bueno, fuimos al pueblo de nuevo a hacer algunas compritas, a las que Mati accedió porque tenía en mente desde ayer que quería comprarse el equipo de snorkel. Venía con intención la tan buena predisposición al plan, jajaja. Fuimos, recorrimos un poco, vimos un murciélago colgado de una palmera que me impresionó de lo grande que era. Nunca vi algo así, yo pensé que eran todos chiquitos. Estaba asustado el pobre… los flashes de las cámaras lo mataban, jaja.



Compramos algunos vestiditos, una malla para Mati y tipo 13 nos metimos en un resto a almorzar. Mati se comió una pizza y yo una hamburguesa con fritas. Estamos hartos de tanto arroz con vegetables. Algo de comida occidental no viene mal de a ratos. Nos metimos en un lugar que tenía internet gratis para los comensales y aprovechamos para actualizar el blog, que venía algo atrasado.
Mientras yo hacía eso, Mati se fue a averiguar por su tan ansiado equipo de snorkel y volvió luego de regatear el precio a morir en un lugar donde, según dijo, tenían muy buenos equipos. Volvió con el valor pactado por las patas y el snorkel y me llevó para que vea. Terminamos comprando otro para mi, un conjunto de patas y snorkel rosa y negro, todo enconjuntado, jejeje. Hasta eso tiene que pegar! Mati se cagaba de risa, pero estaba más contento que yo que me comprase un equipo así salíamos los dos a snorkear, jajajaja.
Tipo 17.30 volvimos para Long Beach en taxi boat y nos quedamos un rato en la playa, ya que la lluvia había parado. Mati se metió al agua, pero todavía no estrenó su chiche. Nadó un poco, sacamos un par de fotos y nos fuimos al cuarto a bañarnos.



Charlamos un rato con la flia Devoto por skype, escribí un poco, nos bañamos y fuimos a cenar a un resto de esta playa muy lindo con velitas. Pero acá cierra todo temprano, no queda ni un alma. Comimos unos langostinos de los más grandes con arroz que estaban riquísimos. Y ahora estamos en el cuarto, a punto de irnos a dormir. Fin del díaaaaaaaa!!!!!!

martes, 30 de noviembre de 2010

Al fin la playa! Ko Phi Phi, Tailandia

No nos llovió en todo el viaje, pero al rato de subir al colectivo para irnos a Krabi, una ciudad al suroeste costero de Tailandia, comenzó a llover. Y no paró en toda la noche que duró el viaje.  El bondi muy bueno, nosotros estábamos en los asientos de adelante y arriba, así que teníamos bastante espacio para estirar los pies, pero no se reclinaban como cama. Nos dieron algo de comer y tomar, así que no nos podemos quejar.  Y lo más importante fue que no pasó nada con las mochilas, que era nuestro gran miedo porque en la guía y según varios comentarios, los buses de empresas privadas (agencias) son algo peligrosos. Sabemos de gente a la que le robaron la mochila entera. Así que optar por el bus público fue lo mejor.
Llegamos a Krabi a las 7 y seguía chispeando. Un bajón total. Pero bueno, con buena onda nos tomamos un tuk tuk para ir al puerto desde donde salían los barcos a Phi Phi. Llegamos, desayunamos algo porque era bastante temprano, y a las 9 partimos. Los pasajes sólo ida nos costaron 400 thb, que equivalen a unos u$s 13 por persona. Llegamos a la isla después de dos horas de barco y ya el tiempo había mejorado notablemente. Al menos había sol!


Habíamos leído en la guía que la Long Beach era una linda playa que no quedaba lejos del pueblo y era más tranquila, así que si bien podíamos ir caminando (hay un camino selvático que te lleva unos 20 minutos aprox), teníamos tanto peso que optamos por el taxi boat, por u$s 3 por persona. La gran cagada de esta isla es que todos los precios son altos por ser muy turística y top. Dice la guía que podés encontrar alojamiento barato, pero la verdad es que no lo encontramos. Y además, después de tanto regateo durante todo el viaje, pensamos: “Es la luna de miel, podemos darnos algunos lujos”, jajajaja.
Así que fuimos a la Playa Larga y buscamos bungalows ahí. Vimos algunos por u$s 30, pero eran muy feos, nada que ver con los que te mostraban por u$s 70 a u$s 100. Y tampoco éstos eran el gran lujo. Los hoteles 5 estrellas se encuentran en un lugar particular de la isla, donde iremos a recorrer en bote. Después de ver tres o cuatro, encontramos uno bastante lindo, con aire acondicionado, desayuno y pegado a la playa por 70 dólares, bastante más caro que lo que veníamos acostumbrados, pero barato con respecto a lo que vimos en la isla. Se llama Paradise Resort.
Dejamos las cosas en la habitación y nos fuimos rápidamente a la playa. Estábamos desesperados por un poco de mar después de tanta montaña. Estaba algo nublado, pero cuando pegaba el sol era insoportable. No se puede estar sin meterse al agua, que es muyyy  caliente y muy transparente. La verdad, el lugar es muy lindo, pero no vimos los mejores sitios de acá, a los que tenés que ir en barco por el día. En algunas islas podés quedarte a dormir en carpa, que te alquilan, pero veremos cómo sigue el clima. Los pronósticos no son muy alentadores.



Alrededor de las 17 nos fuimos caminando al pueblo a recorrerlo un poco y averiguar por excursiones para el día siguiente. Es muy pintoresco, con muchos negocios de chucherías, salas de belleza y restaurantes, obviamente todo más salado que en Bangkok. Recorrimos un rato y nos quedamos a cenar ahí, en un resto pegado al mar con velitas. Muy lindo. Luego nos volvimos caminando con linternas por el caminito selvático y antes de irnos a dormir, nos quedemos una hora sentados en dos sillitas al lado del mar, con los piecitos en el agua, como dos viejos, jejejeej. Lo bueno de este lugar es que hace todo el tiempo calor y estás al lado del mar a la noche sin problemas. Y eso que yo son friolenta…
Luego nos fuimos a dormir, con la esperanza de tener un lindo día, ya que habíamos contratado la excursión de todo un día para hacer snorkel en diversas islas.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Ultimo dìa en la capital de Tailandia, Bangkok

Esta vez nos levantamos con mas pilas y en vez de quedarnos caminamos (1 cuadra) y fuimos a desayunar a los lugares donde va todo el mundo para ahorrar. No sé cómo explicarles lo que es. Es una especie de carrito de la costanera un poco mas puesto. Sólo que no hay costanera, si no un tapial. Volvimos al hotel y organizamos las mochilas que ahora ya son 3…
Las dejamos en el hotel y partimos para la Casa Museo de Jim Thompson. Este tipo era una especie de agente de lo que sería la CIA antes de que se cree la propia CIA. Estuvo acá para la segunda guerra mundial y como le gusto mucho el país se vino a vivir. Ahí descubrió que la seda tailandesa era muy buena y empezó a comercializarla hasta convertirse en el millonario “Rey de la Seda”. Era arquitecto y por eso vivía en un casa de estilo bien tailandesa y se interesaba mucho en el arte. Se hizo más conocido porque estaba de vacaciones en Malasia y desapareció después de una caminata. Hay muchas teorías pero nadie sabe que paso realmente. La verdad que la casa esta buena, esta sobre el río, se puede ir en un barco para esquivar el tráfico, cosa que no hicimos y nos comimos un garroncito arriba del tuk tuk. La entrada incluye una visita guiada.

Después nos fuimos a pasear por el centro financiero y algunos shoppings. En realidad nos metíamos en los malls para agarrar un poco de aire acondicionado, je. Comimos en uno de ellos. Comimos sushi y nos mataron, je! Que mal acostumbrados que veníamos. Finalmente llegamos a la torre más alta de Tailandia. Se llama Bayonce o algo así. 309 metros y subimos hasta el piso 84. Ahí un mirador que está muy copado y la terraza es giratoria. Las vistas están muy buenas pero sin el smok serían geniales.





A las 19:30 salía el bondi para Krabi así que a las 16:30 nos tomamos un taxi para el hotel y de ahí otro para Sai Tai Mai, la estación Sur de Omnibus. Llegamos a la estación a las 19!! Tremendo el trafico en hora pico. Un cosa de locos!!! Pensar que yo me quejo de Argentina! No saben lo que fue ese viaje. Natalia estaba como loca y me hacia poner nervioso a mí. El trafico no cesaba y el taxista de pedo que hablaba Thai. Por suerte llegamos re bien, pero parecía que no llegábamos. Encima el macfly del tachero se paso!!! Jajaja!!! Tuvo que dar 800 vueltas y nos dejo en frente y tuvimos que cruzar una autopista.
Después buscamos la plataforma donde salía el micro. Por suerte el bondi estaba más que zarpado y teníamos los asientos de adelante para dormir bien con las piernas estiradas. Obviamente, dormimos…

domingo, 28 de noviembre de 2010

Circuito por Bangkok

Nos levantamos temprano porque queríamos hacer un circuito caminando por la ciudad y visitar los lugares históricos principales. Desayunamos y empezamos a patear.
Llegamos al primer punto, Museo Nacional. La entrada 200 baht. Un poco salado pero un poco de historia no nos vendría mal, je! La verdad que está bastante bueno. Primero te explica todo muy detallado la historia de Tailandia. Y después hay un montón de pabellones con cosas de arte y de historia, especialmente de los reyes de la dinastía Chakri.


Segunda parada fue pasar por el Mercado de amuletos. Un lugar donde venden todas cositas religiosas. Esta lleno. Y cuando digo lleno es lleno. Por todos lados hay alguna persona vendiendo alguna que otra cosita.
Tercer lugar era el Grand Palace. La entrada sale 350 baht y el audio guide 200. Esto incluye el Wat Phra Kaew donde está la imagen más sagrada de buda de Tailandia. Es un buda verde esmeralda. En realidad no se sabe bien de que piedra es pero ese es el color. Esta vestido con un ropa que sólo se la cambia el Rey 3 veces de acuerdo a las estaciones. Después hay un montón de distintos edificios y pequeños templos. Después pasamos al Grand Palace y seguimos viendo edificios. A mí mucho no me gusto porque no te dejan entrar en ningún edificio. Es más, abajo del Gran Palacio hay como un museo de armas que estaba cerrado. Una cagada porque creo que podía haber sido lo mas interesante.




Ya era re tarde y no encontrábamos ni un lugar para sentarnos a comer. Así que fuimos para otro lugar muy sagrado donde estaba lleno de gente rezando, flores, inciensos y danzas. Se llama Lak Meuang y es como un pilar central o algo así. Salimos y comimos en un puestito de la calle. Una especia de brochete de carne de cerdo con un salcita muy rica. Eso acompañado, obviamente, con arroz, jeje! Te lo venden el bolsitas. Comimos sentados en la vereda, jajaja!!!
Luego nos fuimos al Wat Pho, entrada 50 baht Ahí se aloja la imagen de buda acostado más grande de Tailandia. Y realmente es grande. Mide como 46 de largo por 15 de alto. Imagínense el buda todo dorado adentro de un templo y con esas dimensiones. Es muy impresionante. Además en ese lugar funciona una universidad budista y hay otros templos con muchiiiisimas imágenes de buda. Sinceramente nosotros ya veníamos muy cansado de ver imágenes y templos así que decidimos irnos.



Después de hartas discusiones con varios taxistas y choferes de tuk tuks nos tomamos uno de éstos últimos y partimos rumbo a la zona roja de Bangkok. En realidad a una de las tantas. Tailandia es muy conocida por el turismo sexual. Más allá que acá es como que no lo quieren reconocer nos cansamos de ver mujeres locales paseando o andando de la mano con occidentales. No quiere decir que no pueda haber parejas reales pero la cantidad que se ven es mucho y además parecen de edades diferentes. Así que investigamos un poco y hemos leído que las mujeres de acá tienen muchos novios occidentales que conocen por el chat y los llaman “papás”. Con tal que le regalen cosas, las lleven a comer y tomar se le hacen las novias pensando en el gran sueño americano.
Aparentemente todo esto y especialmente los burlesquis, (Je!) que en realidad las fachadas son bares, karaokes, bares de go-gos, etc. ya que la prostitución es ilegal, es una herencia de la guerra de Vietnam. Los soldados americanos instalados en Tailandia tenían que divertirse…
Bueno, me fui un poco del tema. Nos fuimos a la zona de Patpong. En reaidad son 2 callecitas llenas de “bares” donde adentro se pueden ver los caños, hay chicas por todos lados y ahora como se llena de turistas pusieron un mercado nocturno. Pero no se imaginen cualquier cosa. Es un mercado más como todos. Mientras que sobre la calle están los puestos de ropa y accesorios, los burlesquis están sobre la vereda, je! Es muy loco como vas caminando y hay hombres que te ofrecen cualquier cosa, desde tomar algo hasta shows de “pussy ping pong”… juajuajua!!!
Era muy temprano y recién estaba empezando todo. Además la verdad es que no sabíamos que nos íbamos a encontrar. Quizás era muy bizarro. Así que sólo tomamos un daiquiri en un restaurant de comida mexicana que había por ahí. Nati se mamo, jajaja!!! Uno solo daiquiri!!! Inceible. Negociamos un taxi y nos fuimos de nuevo para la zona del hotel.
Pero este día no terminó acá. Estábamos cansados y Nati tenía ganas de un masaje y yo no me quería ir sin probar lo del “fish spa”. Negociamos y los dos hacíamos las dos cosas. Se deben estar preguntando que coños es eso. Bueno, es una pecera con un montón de pescaditos donde tener que meter los pies. A estos bichos les encantan comer piel muerta y te rodean todo el pie succionándote la piel. Muy bizarrooo!!! Lo hicimos, la verdad es que no hacen nada. Al principio no se aguanta porque es como una súper cosquilla casi como una electricidad pero después no es nada. Teóricamente te tiene que quedar el pie limpito.




Luego fuimos a hacernos el “oil massage”. Otra vez lo mismo dije yo. Bueno, no. Esta vez fue peor. Aparece detrás de las telas la chica que le iba a hacer a Nati y detrás de mis telas aparece un negro chino con las manos más grandes que la de Mentirolai! La puta madre dije yo. Obviamente estuve más preocupado de que el grone éste no me empomara que de otra cosa, jajaja!!! Hablando un poco más en serio estuvieron mejores que lo de la otra vez pero tampoco una cosa que digamos que bruto. Ah, hablando del precio acá en Bangkok son más caros que en otro lado. Así que si alguien viene a Thai con esa idea aproveche en otro lado. Acá nos salió media hora 150 baht y los pescaditos salían 150 los 15 minutos.
Culminamos el día yendo a comer a un resto por la zona muy lindo con velitas y todo! Jeje!