martes, 30 de noviembre de 2010

Al fin la playa! Ko Phi Phi, Tailandia

No nos llovió en todo el viaje, pero al rato de subir al colectivo para irnos a Krabi, una ciudad al suroeste costero de Tailandia, comenzó a llover. Y no paró en toda la noche que duró el viaje.  El bondi muy bueno, nosotros estábamos en los asientos de adelante y arriba, así que teníamos bastante espacio para estirar los pies, pero no se reclinaban como cama. Nos dieron algo de comer y tomar, así que no nos podemos quejar.  Y lo más importante fue que no pasó nada con las mochilas, que era nuestro gran miedo porque en la guía y según varios comentarios, los buses de empresas privadas (agencias) son algo peligrosos. Sabemos de gente a la que le robaron la mochila entera. Así que optar por el bus público fue lo mejor.
Llegamos a Krabi a las 7 y seguía chispeando. Un bajón total. Pero bueno, con buena onda nos tomamos un tuk tuk para ir al puerto desde donde salían los barcos a Phi Phi. Llegamos, desayunamos algo porque era bastante temprano, y a las 9 partimos. Los pasajes sólo ida nos costaron 400 thb, que equivalen a unos u$s 13 por persona. Llegamos a la isla después de dos horas de barco y ya el tiempo había mejorado notablemente. Al menos había sol!


Habíamos leído en la guía que la Long Beach era una linda playa que no quedaba lejos del pueblo y era más tranquila, así que si bien podíamos ir caminando (hay un camino selvático que te lleva unos 20 minutos aprox), teníamos tanto peso que optamos por el taxi boat, por u$s 3 por persona. La gran cagada de esta isla es que todos los precios son altos por ser muy turística y top. Dice la guía que podés encontrar alojamiento barato, pero la verdad es que no lo encontramos. Y además, después de tanto regateo durante todo el viaje, pensamos: “Es la luna de miel, podemos darnos algunos lujos”, jajajaja.
Así que fuimos a la Playa Larga y buscamos bungalows ahí. Vimos algunos por u$s 30, pero eran muy feos, nada que ver con los que te mostraban por u$s 70 a u$s 100. Y tampoco éstos eran el gran lujo. Los hoteles 5 estrellas se encuentran en un lugar particular de la isla, donde iremos a recorrer en bote. Después de ver tres o cuatro, encontramos uno bastante lindo, con aire acondicionado, desayuno y pegado a la playa por 70 dólares, bastante más caro que lo que veníamos acostumbrados, pero barato con respecto a lo que vimos en la isla. Se llama Paradise Resort.
Dejamos las cosas en la habitación y nos fuimos rápidamente a la playa. Estábamos desesperados por un poco de mar después de tanta montaña. Estaba algo nublado, pero cuando pegaba el sol era insoportable. No se puede estar sin meterse al agua, que es muyyy  caliente y muy transparente. La verdad, el lugar es muy lindo, pero no vimos los mejores sitios de acá, a los que tenés que ir en barco por el día. En algunas islas podés quedarte a dormir en carpa, que te alquilan, pero veremos cómo sigue el clima. Los pronósticos no son muy alentadores.



Alrededor de las 17 nos fuimos caminando al pueblo a recorrerlo un poco y averiguar por excursiones para el día siguiente. Es muy pintoresco, con muchos negocios de chucherías, salas de belleza y restaurantes, obviamente todo más salado que en Bangkok. Recorrimos un rato y nos quedamos a cenar ahí, en un resto pegado al mar con velitas. Muy lindo. Luego nos volvimos caminando con linternas por el caminito selvático y antes de irnos a dormir, nos quedemos una hora sentados en dos sillitas al lado del mar, con los piecitos en el agua, como dos viejos, jejejeej. Lo bueno de este lugar es que hace todo el tiempo calor y estás al lado del mar a la noche sin problemas. Y eso que yo son friolenta…
Luego nos fuimos a dormir, con la esperanza de tener un lindo día, ya que habíamos contratado la excursión de todo un día para hacer snorkel en diversas islas.

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