domingo, 14 de noviembre de 2010

Hacia Muang Khua, LAOS, un viaje peor que de terror

Si creíamos que habíamos vivido todo en materia de transporte durante la jornada de ayer, todavía no sabíamos lo que nos esperaba para hoy. Qué dureza!!!!!!
Nos levantamos como a las 4.30, ya que el colectivo para Muang Khua salía 5.30.Nos preparamos, calzamos las mochilas y nos cruzamos en frente, que estaba la estación de ómnibus. Sacamos el ticket a Muang Khua (88.000 dong cada uno) y no vamos hasta el colectivo. No saben lo que era!! Una cosa chiquita y ya iba repleta hasta el techo. Y no estoy exagerando. Una cosa de locos.


Una vez que se decidieron a salir partimos. Pero lo mejor (o peor) de todo estaba por pasar. Empezó a parar en cada esquina para subir a uno o dos pasajeros más, pero lo cómico era que cada pasajero llevaba más equipaje que su propio peso. Y lo cargaban!!!!!!!!!!!! Lo peor de todo es que uno pensaba que no había más lugar, pero ellos lo hacían. El techo del colectivo iba hasta las bolas, y adentro ni les cuento. Teníamos bolsas de arroz en los pies, bolsas de telas en los costados, bolsas de papas, arriba de eso estaba sentada una mujer, adelante mío otro, los quesos de otro sobre mi hombro derecho… en fin, no sé cómo explicarles lo amontonados que íbamos. Cargaron 30 personas en un colectivo que era para 16. El techo también iba repleto, hasta con carretillas y herramientas de construcción. Natalia ya estaba desesperada, yo realmente también estaba realmente incómodo porque iba a ser un viaje de 7 horas, pero bueno, si estábamos en el baile, no nos quedaba otra. Ya estábamos arriba y no había otra forma de llegar a Muang Khua, camino a Luang Prabang.


El colectivo agarró un camino que parecía una especie de ruta  y de golpe paró. El chofer nos dice: “Breakfast time”. No lo podíamos creer, recién habíamos arrancado!!! Ya ahí estuvo parado media hora, una cosas de locos. Después de una hora de viaje (camino de montaña pavimentado en buen estado), llegamos a la frontera, llamada Tray Trang-Sop Hun. Hicimos Aduana en Vietnam, sacamos la Visa para Laos, que nos salió u$s 64 para los dos. Además, tuvimos que pagar unos fees que nos salieron 50.000 dongs. Aclaración: la frontera está en el ojete del mundo. No hay nada! Ni baño! En realidad, baños hay, pero están afuera y son un desastreeeeeeeeee. Así y todo, el trámite salió bastante bien y fue bastante rápido.
Otra vez, arriba del bus. La gente se subía como perros, en cuatro patas pasando por encima de todos los que ya estaban sentados.  
Seguimos viaje y enseguida nos dimos cuenta de que estábamos en Laos. Ya no había pavimento, el camino era un desastre. Se ve que acá no existen las champions. Y empezó a entrar el polvillo. Obviamente teníamos que cerrar las ventanillas porque no había aire acondicionado. O sea que era un arma de doble filo: o polvo u olor a carne humana sumado con calor. No saben por los lugares por donde pasaba. Precipicios, arroyos, parecía el Paris Dakar. Si este chavón va a correr el Paris Dakar, lo gana. El primer tirón fueron como de dos horas y media, casi tres. Paró otra vez a almorzar, pero no había nada para comer, jajajaa. Sólo cookies, bananas, etc. Es decir, cosas para el desayuno. Había un arroyito donde nos mojamos un poco la cara y las manos y se hizo barro….. (por el polvo que teníamos).
 Al rato arrancamos de nuevo y a la hora estábamos en Muang Khua. Lo bueno es que nos dejó de un lado del río y el pueblito estaba del otro. Obviamente, negocio para los barqueros. Le pagamos como un dólar cada uno para cruzar un río!!!!! Seguíamos con el grupo que veníamos desde Sapa más unos chicos de Finlandia que subieron en Dien Bien Phu. Estábamos realmente muertos, cagados de hambre, entonces antes de buscar lugar donde dormir, decidimos ir a comer algo. Así que así conocimos la BeerLao, que me tomé como tres, muy buena!!!! LA comida estaba riquísima e hicimos una sobremesa larga. Para esto, ya eran como las 17. Ya se estaba haciendo de noche, fuimos en busca de los hoteles, ellos se quedaron en unos más baratos y como Nati no quería baño compartido, buscamos otro con baño privado y agua caliente. Se llamaba Nam Ou Guest House y nos salió 50.000 kip. Ah, sin desayuno.


Desembarcamos, nos bañamos, dormimos una siesta y tipo 20.30 fuimos al reencuentro del grupo, que ya estaba desde las 19.30 en el mismo restaurante del mediodía. Comimos algo y seguimos con la BeerLao. El finlandés tenía una guitarra y nos pusimos a cantar. The Taxi Driver es el nuevo éxito, jajajajaaj. El pibe tocaba y entre el irlandés y yo le inventábamos la letra, el irlandés hacía su parte en inglés y yo le mezclaba partes en castellano. Obviamente, todos en pedo, jajajajaa.


Una vez que nos echaron del restaurante (eran las 23.30), salimos para el hotel con Nati. Estaba todo completamente apagado, no se escuchaba un alma y nos perdimos. Nati me había preguntado si yo me acordaba cómo volver, yo le había dicho que sí, pero en ese momento toda la fisonomía del lugar se había cambiando. No es lo mismo pa´ atrá que pa´ adelante. Se me había ensherado todo el paisaje!! Jajaja! Nati se empezó a desesperar. Por suerte tenía un par de linternas, pero mucho no ayudaron. Nati gritaba: “Help!!”, “Is anybody  awake?””” Por suerte se despertó un laosino y nos ubicó. Estabábamos a diez metros!!! Jajaja. Pero el hotel estaba cerrado, entonces el hombre despertó a la dueña del hotel y recién ahí pudimos entrar.
Pero la noche no terminó ahí. Cuando Nati quiso agarrar mi mochila para buscar algo, se encontró con una tremenda araña!! Jajaja!! Como del tamaño de un cenicero!! Desesperada estaba. Obviamente la maté y nos fuimos a dormir, entre los mosquiitos nets. Que día!

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