viernes, 5 de noviembre de 2010

Welcome to Kuala Lumpur

Ok… bueno. Voy a ver si empezamos en verdad con este diario. Voy a empezar a full. Espero después no desmotivarme o no tener demasiado tiempo para escribir. Ah, y esperemos que Nati también me ayude, o quien es la que sabe escribir, ¿no?
Finalmente partimos, como a las 3:30 de la matina. El vuelo estuvo agotador. No creo que allá sido por lo largo del viaje pero sí por los asientos. El servicio de la aerolínea bastante bueno, pero nos tocaron las butacas de adelante y no teníamos espacios para estirar las piernas. Además, no se si será que cada vez estoy más gordo o qué pero entraba a presión!! Jejeje!!
Primero hizo escala en Ciudad del Cabo. Un aeropuerto muy moderno, seguro que lo habían estado arreglando para el mundial. Llegamos a Kuala Lumpur el viernes 5/11 a las 10:05. Como el vuelo a Hanoi era a las 10:45 nos habían dicho que no llegábamos. Así que tuvimos que esperar que la Aerolínea nos diera un hotel y no llevara hasta el mismo para dejar las cosas.
Llegamos al hotel y chan! No era lo que esperábamos… obviamente por ser un hotel que paga la compañía aérea y como se supone que es para compensarte por el retraso del vuelo, esperábamos, sobre todo Nati, jejeje!!! que iba a ser uno hotel de la pu… pero otra vez mas nos comimos un bajon. La verdad que el hotel no es tan malo. Tiene AC, WiFi, limpio, pero sinceramente no era lo que se esperaba de esto. Por lo menos para compensar el día perdido del vuelo a Hanoi. El colmo era que no tenían piezas con coma de dos plazas!!!  Jajaja!!! Pero bueno, mejor, dormimos separaditos… ja! Ya no nos bancamos más!!! Jajaja!!!
Entonces en una de esas Nati ya me dice: “Bienvenido a Asia”. Así que mejor nos relajamos, después nos pegamos unas duchas renovadoras, almorzamos y partimos para el centro de KL. Ah, además el hotel estaba cerca del aeropuerto… pero muy lejos de la ciudad, otro garron! Je! Por suerte cada media hora van y vienen micros gratis entre el aeropuerto (KLIA) y el hotel. Por cierto, se llama Concorde Inn.



Llegamos de nuevo al aeropuerto para tomarnos un tren hasta la estación central (KL Sentral). El tren se llama KLIA ekspres y llega en 28 minutos. Es muy moderno. No me esperaba esto ni a ganchos. Ni un ruidito hace. Hasta olor a nuevo tenía. Si lo comparas con algún tren de Argentina es como comparar un mercedes con un gordini. Ah, pero así salen también, no? 140RM ida y vuelta para los dos, algo así como 50USD.
Llegamos a la KL Sentral Station y nos tuvimos que tomar otro tren para hacer una parada más. Queríamos recorrer China Town, Colonial District, Merdeka Square y Little India. Así que nos bajamos en la primera estación de ese tren, que creo que se llamaba LRT Komuter. Llegamos a Pasar Semi Station (esta me tuve que fijar porque no me acordaba ni en pedo como era, jaja!!). Y bueno, empezamos a caminar. La tuve a Nati caminado como 4 hs!!! Increible!!! Obviamente que a las dos horas y media ya se había empezado a quejar eh!!! Pero bueno, aguanto bien la flaca.
Así que les cuento un poco lo que vimos. Primero, caminamos por el barrio chino. Entramos a un templo donde había colgado espirales tipo sahumerios, pero todos prendidos!!! Una humareda!!! Increíble. Muy raro eso. Después recorrimos las callecitas. La verdad es que no es muy pintoresco. Lo mejor que tiene son los mercados. Son una especie de La Salada pero con todos los locales tipo feria en la calle. Supongo debe ser muy parecido. Todo trucho. O quizás afanado. O no se, pero lo que sí sé es que es muy muy barato y encima se puede regatear a morir. Nos compramos dos pares de anteojos que necesitábamos y, obviamente, bargain, bargain! Jajaja!! Ya es un deporte para mí. Lo aprendí en la India.



Después seguimos caminamos y fuimos a un templo Hindú. Más de lo que habíamos visto antes, pero era bastante bonito. Lo cómico fue que cuando entras tenes que dejar el calzado afuera. Yo deje mis alpargatas, je! Y cuando salís le tenes que dejar unos nikeles (monedas) a uno que está ahí cuidando. Entonces antes de salir le digo a Nati si tenía monedas para que le dé al tipo. Vamos saliendo, había un cieguito pidiendo con un vasito en el suelo al lado y no va que la cabezona le deja todas las monedas al cieguito!!! Jajaja!!! Que tipa colgada!!! Y encima después no teníamos más. Re caliente estaba el mencho.
Continuamos caminando, mas mercados por todas las calles y hasta hay uno muy grande dentro del edificio del viejo Mercado Central (1888). Acá pareciera que hay cosas más artesanales, pero mucho no vimos. Todo el tema de mercadeo lo quiero dejar para los últimos días. Si todo salen según esperamos vamos a tener unos días en KL para hacer algunas comprillas. Obviamente que se me complica un poco con Nati, que casi se me compra unos zapatos (sin contar todo lo que paro a ver). Pero por suerte la convencí diciéndole que yo no acarreo más cosas en mi mochila.


Seguimos caminando, visitamos el Merdeka Square. Es como un parque muy grande con el pastito bien cortado. Y lo rodean viejos palacios, el museo nacional y otros edificios de arquitectura colonial malasiana. No tengo ni idea de que estoy hablando, pero es lo que leí. Je!


Y finalmente fuimos a Little India. Tal como dice la palabra es una India chiquita. Vivimos otra vez lo de último viaje. Gente que te mira –especialmente a Natalia, yo soy uno más de ellos–, olores raros, olores, olores no tan agradables, mucho ruido, mucho movimiento, mucha suciedad en las calles, los puestos de comida en la calle, flores por todos lados (encima justo es Deepavali de nuevo), etc etc. Pero siempre con esa cosa que por ni por todo eso no deja de tener su encanto. Y lo mimos que dije para China Town: no es muy pintoresco, lo que tiene son los mercados.


Luego ya estábamos muy cansados y decidimos regresar. Nos tomamos el LRT pero una estación más adelante: Masjid Jamed (ah, así se llama porque hay es una mezquita que no pudimos entrar porque estaba cerrado). El tren va sobre un mono riel a veces por debajo de la tierra y a veces por encima de las calles con una construcción por columnas centrales. Muy modernos también y hasta tienen aire acondicionado. Una o 2 estaciones nos salió one way 1-1,30RM mas o menos.
Finalmente, el mismo trayecto. El KLIA Ekpres hasta el aeropuerto y de ahí esperamos al bus que nos dejo en el hotel. Nati ya duerme hace rato y yo escribo esto.
Ah, un detalle más. Nati durmió todo el vuelo. No sé de qué se queja! Y encima ahora sigue!!! Jajaja!!! Besos y saludos para todos!! Ah, este relato fue demasiado, no creo que vuelva a haber otro de estas magnitudes…

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