Me puse el despertador bien temprano. Porque? Porque a las 7:30 me daban por el canal Phong De o algo así en partido de Independiente contra el Tolima por la Sudamericana. Increíble. No saben cómo relatan! Jaja! Muy gracioso. Clasificamos y mi día empezó muy bien.
El día anterior habíamos averiguado cuanto salía un tour para hacer trekking y que te lleven a una aldea de alguna de estas tribus. El tema es que nos habíamos cruzado un grupo y le habíamos preguntado y nos dijo que no valía la pena. Que era todo muy turístico. Que lo único que había en la aldea eran negocios para tratar de venderte alguna artesanía. Así que obviamente le preguntamos por algo que se adentre realmente entre las montañas. Pero también obviamente el precio era espectacular. Entonces decidimos hacer algo nosotros solos.
Partimos rumbo a una Aldea que se llama Cat Cat. Nos cobraron una entrada al principio del camino. Creo que 5.000 dong. Y nos dieron un mapita. Empezamos a descender y llegamos. Tal como lo suponíamos un montón de negocios para intentar venderte algo. Después seguimos por unos senderos marcados por el mapita para hacer una vuelta un poco más desafiante. Estuvo muy bueno hasta que nos dimos cuenta que no íbamos a llegar a ningún lado y que estábamos yendo para otro lado. Así que regresamos, tomamos otro camino y volvimos al sendero principal.
Mas allá de todo lo que se puede apreciar está muy bueno. Un poco de cómo vive la gente, los chicos, de cómo construyen las casas, como riegan e inundan las terrazas, etc etc. Pero como en casi en todos lados nadie te explica nada. No hay guías ni nada. Y los grupos que vi con guías sólo eran para decirles por donde tenían que ir: vi a uno que no hablaba ingles muy bien.
Llegamos a la salida del recorrido. Yo quería seguir hasta otra aldea un poco más alejada, no me acuerdo como se llamaba pero como siempre Nat estaba liquidada y se quería volver. Menos mal. Porque creo que yo no volvía después, jejeje!!! Me quedaba viviendo con las tribus. Tremenda la subida. Claro cuando estábamos viniendo no nos dimos cuenta de todo lo que habíamos bajado pero para volver… mamita! Se hizo eterna la vuelta.
Llegamos al pueblo con un hambre que nos comíamos los brazos. Teníamos ganas de comer en la calle y nos sentamos en una esquina. Una mujer cocinaba encima de una parrila, que la sostenía con una lata y adentro unas brazas a medio encender. Cuando las quiere revivir con una especie de abanico le echa aire. Que cocinaba? Bueno, escuchen: brochetes de todo tipo: cerdo, pollo, pato, algunos envueltos de espinaca, de una especie de pan, de castañuelas o algo así y, lo más raro de todo, unos pollitos bien bien chiquitos (no más grandes que 3 dedos de alto). También cocinaba directamente en la parrilla trozos de pollo, huevos, unas batatas violetas, un ave del tamaño de una perdiz y un pedazo de caña de bambo relleno con arroz. Pero lo mejor de todo fue que en un momento me dice: “chicken baby”. La miramos y le estaba dando a unos locales sentados al lado un huevo a cada uno. Pero claro, no era uno normal, tenía el pollito ya desarrollado. Tremendo!! Jajaja!! La verdad es que ya estaba lleno pero sinceramente no sé si me animaba a entrarle a eso. Era demasiado ya.
Paseamos de nuevo por el mercado. Nati por suerte no se compro nada. No sé como hizo. Se deben haber alineado los planetas. Pero la verdad es que había muchas cosas. Todo lo que tiene que ver con ropa de trekking y montaña estaba regalado. Hasta no creo que sean cosas originales porque la verdad estaba muy barato. Finalmente fuimos a cenar a otro restaurant bastante lindo con velitas y todo eso. Como verán lo nuestro es un poco de todo: pasamos de comer en la calle a quizás los lugares más caros del lugar… jejeje!!
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